martes, 26 de abril de 2011

PATRIMONIO DE MONTECRISTI

Esta ciudad, localizada en el noroeste de República Dominicana, es conocida y apreciada por sus riquezas naturales, por su diversidad cultural y sus relevantes hechos históricos, así como por sus monumentos, que se han convertido en atracción y puntos de referencia para todo viajero que procura nutrirse de hechos pasados y disfrutar a plenitud las bellezas naturales.
Tales condiciones perfilan a Montecristi como destino turístico básico en cualquier tour, gira o ruta individual.
RELOJ PUBLICO DE MONTECRISTI
El reloj público de San Fernando de Montecristi, estructura en hierro símbolo de la ciudad -con forma semejante a una botella de champaña- fue construido por idea del venezolano Benigno Daniel Conde Vásquez quien junto al Ayuntamiento de la ciudad recolectó fondos para su compra.
Fabricado en Francia por el relojero Jean Paul Garnier a un costo de 15,000 pesos mexicanos, había servido en la ciudad francesa de Saint- Germain-en-Laye.
Transportado desde Francia en el vapor “Lavinia”, fue llevado en carro de tranvía hasta su lugar original, el Parque Duarte- antigua Plaza de Armas- e instalado desde el 11 de marzo de 1895 siendo inaugurado el 29 de junio de ese mismo año.
 
En las celebraciones de su inauguración estuvieron presentes el general dominicano Máximo Gómez y el apóstol cubano José Martí, quien expresó: “Este reloj marcará muy pronto la hora de redención de Cuba”.
La altura de la torre alcanza los 96 pies. Ha sido restaurado en tres ocasiones.
Montecristi contó con locomotora desde 1875; el acueducto fue inaugurado en 1889; se instalaron teléfonos en 1895 y por su puerto llegaron al país los primeros camiones.

CASA-MUSEO DE MÁXIMO GOMEZ

La Casa Museo de Máximo Gómez es una reliquia histórica, recién restaurada. Lugar donde residía el Generalísimo Máximo Gómez y donde pernoctó el Apóstol José Martí, cuando visitó la ciudad en el año de 1895 en ocasión de redactar el documento que proclamó la Independencia de Cuba, conocido como "El Manifiesto de Montecristi" y de las últimas reuniones de los patriotas que les acompañaron en esa gesta histórica.
Un pasillo central, que separa las habitaciones a la derecha y a la izquierda, permite la entrada alargándose hasta el comedor, amplio, extendido horizontalmente, de un extremo al otro, de la vivienda, cuya propiedad Gómez adquirió en 1888. Paredes de madera, techo de dos aguas, y pintada de azul grisáceo con ventanas y puertas de estas, tres en la fachada con marcos de blanco.

VILLA DOÑA EMILIA
Villa Doña Emilia”, perteneció a la acaudalada Familia Rodríguez-Jiménez, declarada monumento nacional por su extraordinaria significación histórica y arquitectónica, permanece sometida al abandono y al saqueo en diversas oportunidades, de sus valiosos elementos decorativos originales y de su madera preciosa.



VALOR HISTÓRICO Y ARQUITECTÍNICO

En piezas prefabricadas, fue importada desde Francia en 1895, esta singular residencia de estilo Victoriano, correspondiente al segundo Imperio Francés, con techo Mansard, pisos de madera decorada, ventiladores de hierro y madera sobre las puertas ornamentales en arco de medio punto; sótano, enverjado ornamentado en hierro; en su segundo nivel las paredes acorazadas en su exterior por planchas decorativas de cinc en forma de pescado.
De esos elementos originales, quedan muy pocos, para no pecar de pesimista.
Está instalada frente a su contemporáneo Reloj Público y al cuasi nonagenario Club del Comercio, en la calle Duarte esquina Federico de Jesús García, de la Ciudad del Morro.
Su propietaria original, Emilia Jiménez fue una notable munícipe que contribuyó con la historia y la época floreciente de la ciudad de Montecristi y ostensorio de la prosperidad de la región, junto a su hermano el presidente de la República (1899-1902) Juan Isidro Jiménez. Compañera de Rafael Rodríguez Camargo, ligado a la gesta de la Restauración de la República, quien proporcionó gran bienestar a la ciudad con la instalación del ferrocarril, vestigio de la época de esplendor de Montecristi, bien calificada como la “Era del Campeche”.
En honor a su propietaria, corresponde el de “Villa Doña Emilia”, residencia de la que Petán Trujillo logró una venta forzada a su favor, por su gran influencia política en aquel tiempo de la férrea tiranía que por más de 30 años encabezó su hermano Rafael Leónidas Trujillo Molina.
En esa ocasión se perdieron valiosísimos elementos decorativos originales, registrándose así el primer acto de saqueo a la hermosa y ornamentada Villa.
Desaparecido el oprobioso régimen dictatorial, la casa pasa a ser propiedad del Estado, destinándosele a Palacio de Justicia hasta 1990.

Las fotografias que estan debajo no son patrimonio de montecristi pero forman parte de los centros historicos del pueblo, luego de todas se encuentra una imagen con los centros históricos del mismo.
  


   


Angelina M. Guerrero
Elpidio Mejía Draiby


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